Implantar OKR es trabajar por una forma de consecución de objetivos basada en el desarrollo individual sin perjudicar al colectivo. Debe ser algo aspiracional, inspirador.

El trabajo diario es eso, trabajo, no es algo aspiracional. Es algo que debes hacer, aunque no quieras. Imaginas que alguien cobrara por “ir a trabajar”. ¿Qué futuro tendría esa empresa? Desde luego, no mucho.

¿Por qué es un error?

No se debe dejar al albedrio del trabajador el desarrollo de sus funciones. Ni a sus ganas, ni a su inspiración.

Si eres vendedor tienes que realizar tareas de venta. No vale hacerlas sólo cuando tienes ganas o cuando estás inspirado. Te hemos contratado para realizar labores de venta y, si los objetivos o la misión no son suficientemente inspiradores, habrá que cambiarlos.

¿Como arreglarlo?

Busca un OKR que, aun pudiendo estar relacionado con las tareas diarias, suponga un reto.

Por ejemplo, si una de las tareas básicas de venta es redactar ofertas, puedes pedir que redacte X ofertas al día.