Asesoramiento, consultoría y formación en venta científica
En general, las empresas con poca experiencia y aquellas orientadas a procesos, suelen tener este problema.
Las empresas con poca experiencia, intentan enfocarse en demasiadas cosas a la vez y mejorar demasiadas cosas de golpe.
En el caso de las empresas orientadas a procesos, el problema es que están acostumbradas a monitorizar gran cantidad de actividades y consideran que cada actividad que realizan debe estar asociada a un objetivo.
En ambos casos, definir demasiados objetivos es siempre un error.
Cuando una empresa adopta OKR suele estar buscando mejorar el enfoque y la responsabilidad de sus trabajadores.
Al establecer demasiados objetivos, estos dos beneficios no se logran ya que, demasiados objetivos, impide el foco. Además, como siempre quedan más objetivos por cumplir, la gente se desanima y deja de responsabilizarse de lograrlos.
Limita a 3 o menos los objetivos.
Es posible que algunas personas lo consideren muy poco, sobre todo algún mando intermedio o algún empleado acostumbrado a trabajar por procesos, pero la solución es sencilla: diles que nadie les impide hacer más, pero que esos 2-3 objetivos serán los que se controlen.
Con el tiempo, esas mismas personas, se darán cuenta de que esta orientación es la correcta.
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