Asesoramiento, consultoría y formación en venta científica
Las personas tienen un papel extremadamente relevante en el modelo OKR, muy por encima de los procesos o las herramientas.
Los OKR pueden ser propiedad de un individuo o de un grupo de personas (equipo/departamento).
Idealmente, cada departamento, equipo e individuo en una empresa debería tener sus propios OKR. Por eso, dependiendo del tamaño y la madurez de la empresa, la implantación de OKR podría llegar a tardar meses (o años).
Lo importante es entender que cada grupo o persona tiene sus propios OKR y que dichos OKR, aunque distintos a los de otras personas u otros grupos dentro de la empresa, están interrelacionados entre ellos. Es lo que llamamos cascada de OKRs.
Un poco más adelante en el curso entenderás que la pirámide que acabas de ver, aunque correcta, no sería óptima.
Es la figura clave del modelo y lo que lo diferencia de modelos tradicionales.
Se trata de un empleado de la empresa organizado y comprometido, conocedor de la parte operativa (no es recomendable usar ejecutivos en este puesto) que disfrute de ejercer tutorías y coaching. Por supuesto debe ser entusiasta de los OKR.
Su labor es:
Es el directivo que impulsará la implantación de los OKR. Su labor como facilitador es clave ya que será la persona encargada de lograr las contraprestaciones en implantaciones negociadas y de “vender” los OKR a sus colaboradores en las implantaciones UpDown.
En cada equipo/departamento habrá un mentor/coach OKR para facilitar la agilidad en la resolución de problemas y dudas.
Interacciones con los lectores